sábado, 19 de diciembre de 2009

Hola amigos, quiero pediros perdón por todos estos meses que he tenido el blog abandonado, unos días por pereza, otros por falta de tiempo. A partir de ahora iré incluyendo fotos y comentarios de todas las salidas hasta ponerlo al día y recordad que también necesito vuestra participación con los comentarios y experiencias que queráis compartir. Gracias Lorenzo, tus aportaciones hacen que se vea el espíritu del blog, no es para exponer itinerarios sino vivencias.
Tener el blog casi sin actividad en los últimos cuatro meses no quiere decir que nos hayamos pasado el tiempo tumbados en el sillón, mas bien no hemos parado de caminar y como de costumbre nuestros pasos siempre se encontraban en la senda. Es demasiado fuerte la llamada de nuestros picos para hacer oídos sordos y quedarse en casa durmiendo. He dicho pasos y no huellas porque gran parte de mi esfuerzo cuando camino y disfruto de la montaña es pasar por los lugares sin dejar huella, tan solo una imagen para el recuerdo en mi memoria o una foto capturada con mi cámara para colgarla en el blog.
Bueno como os contaba que aunque dejamos aparcadas las salidas durante el verano por el calor, no he parado de caminar, yo concretamente he recorrido unas cuantas etapas de la GR-11, que el año pasado la dejamos en Gingueta d’ Aneu, desde donde la retomamos este año y finalizando en Encamp. No voy a dar detalles del recorrido porque hay muchas páginas que hablan de ellos y seguramente de forma más técnica que yo, solo significar que en el tramo pateado este año lo que mas me gusto fue la parte de la Vall de Ferrera y El Circo de Baiau. La parte de Andorra en lo que a GR-11 se refiere no me ha gustado mucho, no sé si es porque estaba todo demasiado seco y eso que nosotros hicimos el recorrido en Junio, además de que algunas sendas que mas que sendas parecía que habían lanzado una lienza en línea recta hacia abajo y ya está, y otras de pizarra y mas pizarra, vamos un rompe piernas, también me lleve un poco de sorpresa al llegar al valle de Ordino, después de caminar casi tres horas por pista forestal al llegar arriba me veo a todos con sus mantas de picnic y tumbados en la hierba, y yo que andaba diciendo que lo que me gustaba del pirineo es que quien quiere ver un bonito paisaje primero tiene que sudar bien sudada la camiseta pues nada, allí estaban todos con sus coches y la radio a todo volumen, había una carretera que te llevaba al mismo sitio que a mí y sin sudar, pero bien, disfrute del paisaje como el que mas y fue divertido como siempre que camino.
En abril hicimos dos etapas del Camino de Santiago, pues el tiempo del que disponíamos no nos daba para más y también tuvimos la gran suerte de disfrutar de la que posiblemente seria la ultima nevada del pasado invierno fue en la semana de Pascua, hicimos dos etapas, Roncesvalles-Zubiri, y Zubiri-Pamplona. Y en septiembre cuatro etapas mas desde Pamplona hasta Logroño.

viernes, 15 de mayo de 2009

Ascensión al Montcabrer - Serra Mariola

Cuando se desgranaban los primeros días de mayo, llegamos los convenidos al lugar de partida, hora prevista: siete de la mañana, Manolo sin apenas vanagloriarse deambulaba por el entorno que al poco resultó completo; recibimos la atractiva compañía de dos añadidas mujeres de similitud oficio.
Para no excederme en puntualizaciones innecesarias iré directo al concreto; la verdad he leído bastante sobre la ruta, sin obviar que un día sería yo el amanuense de la Sierra de Mariola, ubicada entre los términos de Cocentaina, Bocairent y Alcoi. Lo que sigue, es la llegada a la plaza de la iglesia de Agres, municipio enclavado en el Parque Natural, donde la abigarrada pintura de un yugo en la fachada del templo de San Miguel, me recordó el antiguo régimen dictatorial de nuestro estado, donde existía libertad de prensa, ya que cada uno adquiría la prensa a hora convenida.
Después de excelentes cafés, llegamos a la falda del Santuario de Nuestra Señora del Castillo, ubicado en una colina junto al pueblo, construido sobre una planta cuadrada con torres en las esquinas, donde el sonido del fluir del agua relevo al de los motores, ya dispuestos comenzamos la ascensión por la ruta prevista, amparados por un velo de sombra entre pinares. Se compuso la fila eligiendo cada cual culo a seguir, admirando alguno el vaivén de nalgas, yo elegí la solemne soledad encantadora de aquella majestuosa senda serpenteante y empinada a trazos acomodados y bien dispuestos al caminante.


Sin pausa ni tregua caminamos ataviados, durante el trayecto por el paraje pudimos contemplar la riqueza de la flora y la fauna —alguna mariposa perdida junto al zumbido de las abejas, llegamos hasta lo alto, donde tras cruzar la pista forestal aguardaba una mesa bordeada de bancos de madera gruesa, repleta de distintos manjares a degustar, cada uno deposito lo dispuesto acudiendo a la cata todos los presentes, la bota con tinto de Marí, brincaba de mano en mano, aliviando el paso por las fauces del chorizo y el queso resentido de Mora, alguno observaba el majestuoso Vall d´Albaida, junto con el de Agres, otros lo hacían incesadamente al perro de Gaspar: Pluto pimpante, atendía sigilosamente el sexo de la perra de Mora —me refiero al animal de lomo alto—, no parecía ser inconveniente para la fogosidad el pequeño Pluto, incesante en mostrar su punta dispuesta al cobijo vaginal.

Apaciguados los estómagos continuamos, pronto avistamos a nuestra derecha una de las cavas construida en el siglo XVIII, ésta edificación tiene gran valor por su topología y posibilidades de conservación, ya que es un emblema en la excursión, continuamos por la senda elegida, parte izquierda según el sentido de nuestra marcha, llegamos a lo alto de la loma y sin más llego la visión del imponente pico del Montcabrer, figura que permanecía enhiesta observando toda la olla Alcoiana, con el moje manso del pantano de Beniarres al fondo, cubriendo la espalda traviesa de la Safor, Cabanilles incesante como perfecto paparachi de moda, alegraba la visión con poses de fotógrafo de pasarela de boda. Intentando resaltar aquellos lucidos momentos de soflama.

Llegamos a una fuente en la parte baja del pico, decidimos reagruparnos y aliviar las cantimploras del agua, que fluía mansamente de un tubo de goma negra. Alguno realizó virutas de humo al quite, sin tos ni son. Otros expusieron conclusiones sobre la majestuosa panorámica paseando la mirada, yo incesantemente me impregnaba de otrora reminiscencia sobre las excursiones con mi compañero Toni, cuando, algo más jóvenes acudíamos por aquellas tierras montados en nuestras bicicletas de montaña. Hasta pude ver a lo lejos la mota blanca de la Font Roja, donde en varias ocasiones acudimos junto a la ribera del Serpis circulando por la vía férrea desmantelada desde Gandia. Aquello me forjo un alto concepto de los propios orígenes. Me sentí con fuerza y dignidad.

Reanudamos la marca lánguidos, nuestros cuerpos presagiaban el final de la subida, el saludo de unos montañeros fue la culminación del pico de 1390 metros sobre el nivel del mar, tomas de reposes resaltaron en la digital de Cabanilles, para postergar la ascensión y aliviar el desaliento.
De regreso fuimos deslizándonos por la espalda del Montcabrer, tal instrucciones del serpa Marí, que nos llevo por una senda angosta donde los matorrales se encargaban de acariciar las piernas, al paso por el corazón del Parque Natural, encontramos la planicie, dejamos una casa bien acondicionada y continuamos subiendo de nuevo hasta la cava; construida aprovechando las oquedades del terreno, la misma que observamos al principio; al encontraron con ella admiramos toda su planta hexagonal de mampostería regular, trabada con mortero y sillería. En la parte interior observamos un muro de contención con trazado poligonal que se alzaba a la altura del deposito, ofreciéndonos una plataforma —no política—, empedrada y rehogada de hiedra, tras otro breve descaso, aunque más intenso por el calor, nos entretuvimos refregando los cuerpos ausentes de crema (solar), de nuevo partimos en busca de la senda de regreso en la parte alta. Donde a lo lejos nos despedimos del Montcabrer y del sol varado.
Pronto atajamos la senda, esta vez cada uno lo hizo a su aire, yo con apenas reposo, retorne otra vez con la soledad y mis recuerdos. Aunque aquella zona cuenta con infinidad de rutas, quiero matizar que Agres es la más oportuna, si a alguien le apetece acercarse que tenga en cuenta que este maravilloso pueblo pertenece a la comarca del Comtat, situado al norte de la sierra Mariola, y de la provincia de Alicante, limitando con la de Valencia.
Creo recordar que sobre las dos de la tarde regresamos al santuario.
Tras un breve refresco el las aguas que manaban sobre una pila de piedra de dos balsas, marchamos en busca del restaurante concertado, donde derrochamos tal cual mereció la excursión.
Llorens Bustos Fernández
Gandia, siete de mayo de 2009

martes, 5 de mayo de 2009

LA MURTA, CREU DEL CARDENAL, CAVALL BERNAT













SALIDA DE MONTAÑA MAYO
LUGAR: LA MURTA, CREU DEL CARDENAL Y CIM DEL CAVALL BERNAT
DIA: 11 DE MAYO DE 2009
HORA DE SALIDA: 8’00 DE LA MAÑANA EN EL RETEN .
MATERIAL: ROPA Y CALZADO DE MONTAÑA, IMPERMEABLE.
AVITUALLAMIENTO: BOCADILLO PARA EL ALMUERZO Y AGUA PARA VARIAS HORAS.

COMARCA RIBERA ALTA (ALZIRA)

domingo, 3 de mayo de 2009

ALT DE LES CREUS Y FONT DE LA SANGONERA

LUGAR: CIM DE LES CREUS Y FONT DE LA SANGONERA.
DIA: 27 DE ABRIL DE 2009
HORA DE SALIDA: 8’30 DE LA MAÑANA.
MATERIAL: ROPA Y CALZADO DE MONTAÑA, IMPERMEABLE.
AVITUALLAMIENTO: BOCADILLO PARA EL ALMUERZO Y AGUA PARA VARIAS HORAS.

COMARCA DE LA VALLDIGNA
SIERRA DE CORBERA O LES CREUS
DESCRIPCIÓN DEL ITINERARIO
DATOS DEL SENDERO PR-CV38
Nombre tradicional: SENDER DE LES CREUS
Longitud: 15 Km
Desnivel: 16 m en el centro de la ciudad entre los 60 a 45 m. del canal de defensa, el cual comienzan los senderos de la montaña de “les Creus”. “El Puntal del Massalari” con 602 metros es el punto mas alto del termino de Tavernes de la Valldigna.
Tiempo aproximado: 4 h 45 '.
Tavernes de la Valldigna – final Canal de Defensa (30' )
PR-CV40 Senda dels Amoladors – Cruce del Camí dels Borregos (30’).
Cruce del Camí dels Borregos – Tossal de la Sangonera (25’)
Tossal de la Sangonera – Camí Forestal (15’)
- Termino de Benifairó de la Valldigna – Font del Barber (30’)
Camí Forestal - Font de la Sangonera (15’).
-Font de la Sangonera - Puntal del Massalari (30 ' ). ida
Puntal del Massalari - Font de la Sangonera (25’) vuelta
Font de la Sangonera – Encreuament a la Font de Granata (10’).
Cruce a la Font de Granata –Alt de les Creus (25’).
Alt de les Creus – Encreuament al paratge de Sant Llorenç (35’).
Cruce al paratge de Sant Llorenç – Fontetes de Cantus (10’).
Fontetes de Cantus – Canal de Defensa (35 ' ).
Canal de Defensa – Tavernes de la Valldigna (10’). PR-CV40
Dificultad: Mediana, fuerte desnivel desde Tavernes de la Valldigna 17 m. al
Puntal del Massalari de 602 m.
Descripción del itinerario:
Tavernes de la Valldigna – final canal de defensa – Senda dels Amoladors –Cruce del Camí dels Borregos – Tossal de la Sangonera – Camí Forestal – Cruce Font de la Sangonera – Cruce a la Font de Granata – Cruce Alt de les Creus – Cruce Font de la Granata a Sant Llorenç – Fontetes de Cantus – Canal de Defensa – Tavernes de la Valldigna.
La situación de la Ciudad de Tavernes de la Valldigna en las vertientes de la montaña de l”es Creus” hace que podamos comenzar nuestra excursión de cualquier punto de la ciudad siempre que cojamos como punto de salida el canal de defensa de ciudad, nos dirigimos hacia el oeste por el camino que va paralelo al canal de defensa hasta el final (PR-CV40. Una senda bien marcada continua hasta llegar donde terminan los bancales de naranjos, continuando hacia el “Barranc de la Penya Roja”, sube una senda construida con piedra en seco que serpentea por todo el barranco, algunas veces va colgada en la misma ladera del barranco (3 Km.. En la mitad del trayecto dejamos el cruce con el (PR-CV40 Camí dels Borregos). Continuando hacia arriba hasta llegar al “Tossal de la Sangonera”. El sendero se divide en dos direcciones a la derecha, “Font de la Sangonera, Font de la Granata, Les Creus”. A la izquierda el termino de “Benifairó de la Valldigna, Font del Barber, Font de la Sangonera, Puntal del Massalari, Pic de la Ratlla”. Hacia la izquierda continuando por el “Pla de la Sangonera”, seguimos por el camino forestal y cogemos el primer cruce a la derecha llegamos a la “Font de la Sangonera”, a izquierda al “Puntal del Massalari” máxima altitud de todo el termino de Tavernes de la Valldigna, seguimos unos diez minutos mas y llegamos al “Piló dels quatre termes” donde se termina el termino de Tavernes de la Valldigna. De la “Font de la Sangonera” hacia este pasando por los cruces a Tavernes y a la Font de la Granta, continua el sendero hacia el “Alt de les Creus de 542 metres”, desde el mirador de la Valldigna podemos ver toda la comarca de la Valldigna con sus poblaciones Tavernes, Benifairó i Simat de la Valldigna, al fondo podemos distingir perfectamente el valle de Barx y las sierras del “Bou, Mondùver i Buixcarro, a la izquierda una excepcional vista del mar Mediterraneo. Tambien podemos observar algunas de las principales montañas de Alacant, “El Mongo, Benicadell, Mont-cabrer etc” y de las comarcas del interior de la Comunidad Valenciana. El sendero baja dirección hacia el este un poca mas adelante nos encontramos a nuestra izquierda el cruce del sender , que va a la “Font de la Granata, al Paratge de Sant Llorenç i al Mirador”. Seguimos bajando pasando por un paso llamado por su forma caracteristica como “l’escala”; siguiendo por unos desprendimietos de rocas hasta llegar a les “Fontetes de Cantus”.Cerca de esta zona de “les Fontetes de Cantus”, estan “els Abrics de Mossen Ricardo”, que son dos pequeñas covachas abiertas en las piedras calcalreoas del periodo Albense-Cenomanense, situadas en el mismo rincon de “les Fontetes de Cantus”, formando un conjunto de varies covachas mas conocidas por “les Covetes de Cantus”. Seguimos siempre dirección hacia bajo, dejando a nuestra derecha las ruinas del antiguo “Castells de Marinyent (Els Castellets)”, un cruce sin senda definida ni marcada en unos 15 a 20 minutos nos lleva a estas ruinas Ibèricas. La senda continua bajando hasta llegar al canal de defensa y la ciudad de Tavernes de la Valldigna.

domingo, 8 de febrero de 2009

Al Cim del Penyagolosa

DIA: 16 DE FEBRERO 2009
HORA: 6’00 h.
AVITUALLAMIENTO: BOCADILLO PARA EL ALMUERZO Y AGUA. COMEREMOS EN ALGUN RESTAURANTE DE LA ZONA. TRAER DINERITO PARA EL VIAJE Y LA COMIDA.
ROPA: CALZDO DE MONTAÑA, CHUBASQUERO, ROPA DE ABRIGO Y DE RECAMBIO, YA QUE POSIBLEMENTE ENCONTREMOS NIEVE EN LA SUBIDA.

sábado, 31 de enero de 2009

BARRANC DE L'ENCANTA

Barranc de la encanta, 25 de enero de 2009

Ésta crónica es consecuencia del compromiso dado a mi amigo Toni, cierto día me indico de su nueva página en Internet, para que le escribiese algo relacionado con las distintas rutas de senderismo que realizamos con nuestros compañeros de trabajo.
Para no extenderme, comenzare indicando que el día amaneció idénticamente a los anteriores; climatología con más trampas que un proceso de canonización del Vaticano, intenso con fuertes ráfagas de viento que me hizo dudar, tanto que decidí mandar un escueto mensaje con pregunta simple a otro de los componentes de ruta: Manolo, al pronto me respondió con un “si”. Comencé a componer la mochila.
Partimos desde Gandia pasados algunos minutos de las ocho, no quiero citar rollos de horas ni distancias, tan solo lo fundamental y lo importante, llegamos a Beniarres y después de un par de maniobras sin sentido alguno —puro despiste—, encontramos un cartel indicativo a Planes , nuestro lugar de destino, pronto cruzamos toda la presa del pantano sobre el río Serpis (inaugurada en 1971), y tras unos quilómetros llegamos al destino, un precioso pueblo enclavado en lo alto de una gran peña (no de fútbol), aquel municipio se encuentra situado en el norte de la provincia de Alicante, en la comarca del condado de Cocentaina, en el valle que forman las sierras de la Almudaina, Xarpolar, Cantacuc y la Albureca. Sus principales colectores hídricos de la población son el barranco de Sofre y el de L´encanta, ambos desembocaban en el río Serpis, ahora sus meandros lo hacen placidamente en el pantano.
Estacionamos ambos vehículos, el total de excursionistas: siete, además con el precioso perro de Gaspar, en la misma plaza y arropado por un escueto jardín atisbamos un cartel donde se podían apreciar las distintas rutas de la zona, todas ellas muy bien diseñadas de colores resaltones. Una voz del grupo emergió de inmediato, solicitaba a una de las vecinas hiciese una foto, yo llegue a pensar ciertamente que aquella persona nos podría indicar simplemente de donde acometer la ruta.
Desde aquel pueblo buscamos la carretera con dirección a Pego, caminamos en fila india, yo busque cobijo detrás de Mora, que lo hacia sumamente erguido, como si tuviera que ofrecer a cada paso el máximo de sí mismo, me brindaba seguridad por su gran altura, luego se me acerco Mari, otro caminante que me deleito con sus hazañas de adolescente pubertad en aquella misma zona, llegamos a la entrada debidamente indicada, un panel señalaba la dirección a seguir a nuestra izquierda, caminamos relajados dejamos atrás el asfalto, que evidentemente no es grato para ningún andarín, pronto observamos a nuestra derecha el paso estremecido de las aguas buscando atravesar los angostos trancos entre barrizales, otra voz, desde un carraspeo agonizante indico que los que llevábamos cámara de fotos aguardásemos para hacer algunas desde lo alto de la cascada del Gord del Salt, donde el ruido del la famosa catarata anunciaba aquel lugar tan precioso, Cabanilles y yo buscamos con seguridad una senda y llegamos al final de las puntiagudas rocas, donde la vista era tan simple como majestuosa, abajo los demás aguardaban, posando y admirando el entorno, donde aún permanecía preso de la umbría.
Como norma, todos juntos descansamos unos minutos observando aquella esplendorosa laguna —hace años estuve acampado—, recuerdo fue la época de la recolecta de la cereza, hay que tener en cuenta que aquella zona tiene concedida la denominación de origen por la calidad de sus frutos. Continuamos adentrándonos hacia la parte por donde circulaba el agua mansa, una vieja construcción totalmente derruida hizo que otro de los caminantes, Vicente el de Xeraco diese la voz de alarma y sugerir un breve descanso y almorzar. Nadie ofreció animadversión alguna, descargamos las mochilas y tranquilamente las saqueamos. Manolo me preguntó que podría ser aquella construcción sin techo, a lo que yo tan simple como soy, respondí que posiblemente seria de un molino, —creí leerlo en algún panfleto—, cosa que él dudo, al indicar que la rueda no podría tener menos de quince metros de diámetro, ¡imposible!
Reemprendimos la ruta por la ribera alta del barranco, junto con el ulular del viento se escuchaba el quebradizo de las aguas, otra casa en ruinas llego a nuestro encuentro, la abordamos por su parte delantera y comenzamos a escalonar una senda ceñida repleta de matorral y algún pino, el fuerte aroma de las distintas plantas hacia que el oxigeno embelesara la oquedad de nuestros pulmones. Comenzamos a llegar a lo alto, hasta el pico de una roca grisácea donde pude ver un cacho del pantano de Beniarres, descansamos y volvimos a realizar posturas de modelo pasarela hortera para fotos. Tranquilamente comenzamos a caminar, poco a poco se engrandecía la visión del pantano; al frente de nosotros parecía aguardarlos inquieto el pico del Montcabre, envidioso del Benicadell, vislumbrado con anterioridad al nuestro frente, seguimos por un trayecto muy pedregoso sobre “les llomes del cantalar”, tanto que el perro de Gaspar tuvo que ser portado en brazos. Bordeamos una propiedad vallada, parecía recién hecha, subimos un poco más hasta llegar a un camino rural, seguramente accedía a la otra casa mas arriba, ésta tenia instalado un gran generador de hélices inquietas que no cesaron de ondear, la vista parecía perderse en el infinito, yo intentaba descubrir tonos y matices variados de aquel inmenso azul, que iban desde la transparencia delicadamente verdosa, hasta la espesura de la lejanía, a nuestra espalda quedaba la Penya de L´Espill con el barranc de la encanta a la derecha de la Safor, al frente el monte del Benicadell con su majestuoso pico y observando toda la hoya de Alcoy permanecía el Moncabre sobre el pantano manso, jamás lo atisbe tan lleno de agua. Seguimos caminando mientras la fila se alargaba, sabíamos que solo quedaba buscar la carretera de asfalto y regresar al pueblo donde partimos hacia casi dos horas. A través de un campo llegamos por fin a la carretera, pregunté a Manolo la hora: doce y treinta y siete —me contestó.
Emprendimos el regreso, yo quise relajarme un poco y llegue el último en divisar el castillo de Planes, construido sobre aquel cerro que domina la población, en el que pude apreciar subiendo por sus calles dos fases de construcción, una de origen musulmán y otra de estructura feudal, seguramente posterior a la Reconquista.
Si queréis hacer la ruta es conveniente ir directamente al barranc de la encanta; podéis hacerlo desde Alcoy, o desde Pego, ya que se encuentra a 15 kilómetros de Concentaina y a 75 de Alicante, la entrada se encuentra cerca del pequeño pueblo Margarida, dejad el vehículo estacionado en cualquier margen de la entrada pegado a la montaña, existe espacio suficiente, y además queda a la vista de los que circulan por la carretera, cosa que evitara que podáis sufrir algún escamoteo, la ruta esta señalizada con unos postes de madera de casi un metro de altura, cuando lleguéis a lo alto y encontréis la casa con el gran generador, un breve descanso y regresar paseando por el mismo lugar, se puede apreciar de nuevo, aunque esta vez sea con la vista inversa. Vale la pena.
Evitar el asfalto, nosotros caminamos casi seis quilómetros de regreso a Planes, y otra cosa, para comer, nada mejor que un buen bocata, y para los dispuestos a mesa con mantel, en el pueblo hay dos bares, nosotros lo hicimos en el que hay frente a la gasolinera, bien atendidos aunque a precio de restaurante de primera línea de playa, ¡ojo!
Llorens Bustos Fernández
Gandía, 28 de enero de 2009

miércoles, 28 de enero de 2009

FLEIX, BARRANC DE L'INFERN


DÍA DE SALIDA: 2 DE FEBRERO DE 2009
HORA: 8 DE LA MAÑANA EN EL RETEN, SER PUNTUALES HAY UNA HORA DE VIAJE
AVITUALLAMIENTO: BOCADILLO PARA EL ALMUERZO, AGUA, ROPA CÓMODA, BOTAS DE MONTAÑA, (no llevéis zapatillas de deporte o vuestros pies lo sufrirán), CHUBASQUERO Y ROPA PARA CAMBIARSE DESPUÉS, YA QUE NOS QUEDAREMOS A COMER POR AHÍ, Y SI NO LLEVÁIS CAMISETAS DE REPUESTO TENDRÉIS QUE SOPORTARLA MOJADA VARIAS HORAS, DINERO PARA LA COMIDA YA QUE IREMOS A ALGÚN BAR DE LA ZONA.

El PRV-147 o senda del "Barranc de l’infern" está situado en el término municipal de la Vall de Laguar; tiene un recorrido total de 14,5 Km. y consta de 6.500 escalones de piedra de origen morisco.

La singularidad del recorrido, su estado de conservación y la variedad de flora y fauna que alberga, hacen que la Federación Valenciana de Montañismo haya catalogado este pequeño recorrido como la "Catedral del senderismo".Iniciamos el recorrido desde Fleix.

Al llegar a la salida de dicha población, tomaremos un camino asfaltado, situado a la derecha de la carretera, que nos llevará a la "Font Grossa" y al antiguo lavadero de Fleix. A un par de metros, pasado el lavadero, descienden a la derecha los primeros escalones, serpenteando el camino. Podéis contarlos, pero es mejor disfrutar del entorno.


Llegamos al "Forat de la Juvea" (20 minutos), lo atravesamos y observamos el espectacular "Barranc de Salt"; posteriormente seguiremos el descenso hasta el cauce del río Girona (15 minutos).


Al otro lado del cauce empezamos el ascenso. Los escalones de piedra nos conducirán al "Pou Juvea" (40 minutos), antiguo pozo cuya agua servía para beber, abrevar caballerías y el ganado, y a su vez, para regar las hortalizas de la zona. Continuaremos por un camino que conduce a un pequeño núcleo de casitas, presidido por una enorme carrasca y las "Juvees del poble d'Enmig" (10 minutos).Tomamos la senda que transcurre por el lado izquierdo de la carrasca y que conduce a la "font de Reinós" (20 minutos), donde disfrutaremos del agua pura y cristalina que emana de esta fuente para proseguir hasta el "Barranc de l'Infern" (20 minutos). Llegados a este punto, el cauce del río se hace intransitable; empiezan los saltos del barranco y saber técnicas de escalada como el ráppel, se hace imprescindible. Por todo ello, el corazón del barranco, que nunca se debe recorrer en solitario, es uno de los lugares mas atractivos para los amantes de los deportes de riesgo.

Tomamos la senda que transcurre por el lado izquierdo de la carrasca y que conduce a la "font de Reinós" (20 minutos), donde disfrutaremos del agua pura y cristalina que emana de esta fuente para proseguir hasta el "Barranc de l'Infern" (20 minutos). Llegados a este punto, el cauce del río se hace intransitable; empiezan los saltos del barranco y saber técnicas de escalada como el ráppel, se hace imprescindible. Por todo ello, el corazón del barranco, que nunca se debe recorrer en solitario, es uno de los lugares mas atractivos para los amantes de los deportes de riesgo.

Nosotros dejaremos a un lado este tramo del barranco, y seguiremos la senda que atraviesa el río, hasta tomar el sendero de la izquierda, que asciende hasta las "Juvees del poble de Dalt" (35 minutos). Allí encontramos una cisterna y un pequeño núcleo de casas agrícolas, donde los lugareños pasaban las temporadas de siembra y recolección de frutos, para evitar el desplazamiento diario desde los pueblos, del mismo modo que se hacía en las "Juvees del poble d'Enmig".

Llega el momento de retomar el sendero de escalones, en este caso descenderemos hasta el "Barranc de Racons" (20 minutos). Seguidamente, un nuevo ascenso nos llevará a la "FontOlbis" (40 minutos). En este precioso lugar podremos refrescarnos para proseguir por un camino asfaltado que nos conducirá al núcleo de Benimaurell (10 minutos).


Atravesamos el pueblo y, a la izquierda tomaremos el antiguo camino real que unía Benimaurell y Fleix. Pasaremos por la "Font de Benimaurell" y llegaremos nuevamente a la "Font Grossa", para dirigirnos a Fleix. Finalizaremos la vuelta en el "Camping Vall de Laguar", después de tomar el desvío hacia la ermita de San José.